Me río de la vida
En momentos en donde nuestra sociedad se encuentra tan sobrecargada de responsabilidades y presiones diversas, los métodos de escape y de desarrollo personal se hacen cada vez más comunes. Uno de los temas que ha tomado mayor auge en los últimos años son los efectos terapéuticos de la risa.
Parece algo muy sencillo, pero se ha demostrado que el simple hecho de sonreír envía un mensaje que el cerebro detecta como positivo, ordenando a las glándulas correspondientes liberar hormonas de felicidad y relajación al cuerpo. Expertos en la risa como una terapia indican que los estudios han reflejado que basta con hacer la mueca de sonrisa para que el cerebro reciba dicho mensaje, por lo cual nos podemos imaginar lo potente que es esta herramienta cuando reímos a carcajadas.
En la antigüedad, los bufones eran considerados importantes porque llamaban la atención y ofrecían un rato agradable a las personas de alta clase social, sobre todo a nivel del teatro. En China, siempre han tomado en cuenta la risa como un modo de terapia ante cualquier situación, así vemos como ellos han estado más avanzados en esta materia. El propio Freud hablaba de la risa como un método de catarsis que permitía la relajación del cuerpo y el positivismo al enfrentar diferentes situaciones.
Poco a poco, se han desarrollado movimientos diversos hasta llegar hoy a la yoga de la risa, la risoterapia y los movimientos de payasos de hospital. Todas estas metodologías nacen del estudio del buen humor como herramienta atractiva para la sociedad y con un gran potencialidad para la recuperación de cualquier enfermedad. Por ejemplo, a las personas con cáncer se les pide que realicen actividades que tengan que ver con la risa, con lo cual se garantiza que el cuerpo está siendo invadido por hormonas de felicidad que lucharán contra las células cancerígenas y ayudarán en la recuperación. Este efecto se aplica para toda situación que se viva al momento
Estudios también indican que el sonreír se encuentra ligado con una actitud de flexibilidad emocional, lo cual refleja la capacidad de sobreponerse de cualquier situación que se avecine. Es bien sabido, y como ya vimos en un artículo anterior, que las emociones son hormonas que van por el cuerpo y que pueden afectarlo positiva o negativamente. Al reír, estas hormonas hacen que el cuerpo pase a un estado de tranquilidad, el cual es capaz de conllevar a mejorar situaciones complicadas de salud.
De esta manera, la risa también es capaz de mitigar nuestros pensamientos. Como el cerebro recibe un mensaje de relajación, el subconsciente queda totalmente invadido por este estado y los pensamientos negativos son mitigados, con lo cual la persona es capaz de visualizar alguna problemática desde diferentes puntos de vista, sin que sean contaminados por emociones negativas. Al hacer esto, la persona toma el control de su propio proceso y es capaz de manejar sus emociones para alcanzar ese estado de relajación tan necesario hoy en día.
El buen humor se presenta entonces como una herramienta esencial para nuestro bienestar físico y psicológico, pero no solamente se queda allí. En encuestas realizadas, se ha demostrado que las personas prefieren a una pareja que tenga buen humor, y toman esta como una de las primeras características que buscan, con lo cual garantizan que su convivencia será amena y despejada de situaciones anímicamente tóxicas.
Si vemos alrededor, las profesiones que tienen que ver con la risa han tomado un auge potencial, y seguirán haciéndolo mientras que la ciencia continúe descubriendo las potencialidades de la misma. Existe un proverbio chino que indica lo siguiente: "Para estar sanos, debemos sonreír al menos treinta veces al día".
Así que recuerda siempre sonreír, ya que la vida solamente puede ser llevada con la mejor actitud posible. El buen humor y la tranquilidad te ofrecerán todas las respuestas que necesitas.
