AGOTAMIENTO MENTAL. UNA CRÓNICA REALIDAD
El agotamiento mental es un estado psicológico que afecta directamente al organismo, ocasionando diferentes desórdenes en los sistemas del cuerpo. Puede tener diferentes orígenes: exceso de trabajo, dificultades económicas, problemas económicos o de salud. Estas situaciones crean todo un contexto de pensamientos negativos, con los cuales la vibración emocional desciende y los aspectos negativos de la vida se magnifican.
No siempre el agotamiento mental tiene que ver con alguna situación emocionalmente negativa. Mayormente, esta situación se produce por exceso de responsabilidades que la persona no es capaz de controlar. Sin embargo, si este cansancio no es tratado a tiempo, puede convertirse en ansiedad o depresión, con lo cual requeriría de atención psicológica o psiquiátrica. Por otra parte, una mente fatigada es capaz de producir dispersión, con lo que se acentúa los problemas de atención con sus respectivas consecuencias sobre la situación a vivir.
Cuando nos sentimos cansados mentalmente, los resultados de nuestras actividades no son los mismos, por lo cual se acentúan los problemas de autoestima, creando pensamientos negativos que incrementan la fatiga y atacan a las emociones. De esta manera, comenzamos a pensar constantemente en cosas que se escapan de nuestras manos, intentando controlar aquello que no podemos, o quedándonos enganchados en cosas pasadas que ya no tienen cabida en el presente.
Algunos signos de que estamos padeciendo de agotamiento mental son:
*Dificultad para encontrar soluciones a situaciones que antes eran fáciles de resolver.
*Intercambio de palabras al leer.
*Insomnio o exceso de sueño, según sea el caso.
*Desánimo para levantarse cada mañana.
*Dolores musculares, de cabeza o migrañas constantes.
*Estados de virosis constantes.
*Desórdenes en la alimentación (puede ser exceso de ansiedad por comer o desganas de alimentarse).
*Pensamientos negativos sobre nuestro propio trabajo.
*Explosiones emocionales ante situaciones pequeñas.
Para revertir las consecuencias del agotamiento mental podemos realizar las siguientes acciones:
*Analizar la cantidad de responsabilidad diaria que tenemos y desligarnos de algunas.
*Organizar nuestro tiempo, dándole prioridad a las cosas importantes.
*Dedicar al menos 30 minutos en la mañana y 30 en la noche a una actividad de dispersión que no requiera ningún esfuerzo mental, (escuchar música, leer, ver televisión, dormir, jugar...)
*Tener al menos un día libre en la semana, en donde puedas salir de la rutina y compartir con familiares y amigos.
*Analizar las situaciones emocionales y desprenderte de aquellas que ya no tienen cabida o no puedes controlar. Si es difícil, buscar ayuda de un especialista.
*Hacer actividades alternativas de relajación, como yoga, taichi, deportes, bailoterapia o cualquier otra.
Es común que hoy en día nuestra mente esté llena de elementos que puedan estimularla en exceso, así como también nuestros sistemas emocionales sean atacados constantemente. pero debemos recordar que solamente nosotros tenemos el control de nuestro cuerpo y pensamientos, y que debemos atacar estas situaciones cuando están apareciendo, ya que, si dejamos que se acentúen, necesitaremos la ayuda de profesionales o terapia para poder superarlas.
